SEXUALIDAD Y AFECTIVIDAD EN TEA PARA FAMILIAS
La sexualidad y afectividad es un tema fundamental en el desarrollo evolutivo y personal de los/as adolescentes y jóvenes con TEA y, por este motivo, debemos dejar atrás los prejuicios y tabúes para poder fomentar, en la educación familiar, un desarrollo sano y funcional.
Según la OMS (2006): “La sexualidad es un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los roles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vivencia y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, roles y relaciones interpersonales. La sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se vivencian o se expresan siempre. La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales”.
¿Existen diferencias en la sexualidad entre neurotípicos y personas con TEA?
No. Como hemos podido observar el desarrollo de la sexualidad es algo intrínseco al ser humano y eso incluye toda la diversidad existente. Las diferencias se producen por factores relacionados con el desarrollo de las habilidades sociales, las capacidades comunicativas de cada uno y el grado de afectación en cuanto a la rigidez mental y conductual, que serán factores a estudiar en cada caso particular. La sexualidad es una necesidad básica como puede ser comer o miccionar y, por lo tanto, su despertar es una condición biológica. El desarrollo y la vivencia que puedan tener las personas con TEA al respecto estará más relacionado con el aprendizaje y las experiencias que se vayan sucediendo a lo largo del ciclo vital. Por lo tanto, podemos descartar rápidamente la idea de que las personas con TEA u otro tipo de discapacidad son personas asexuadas, sin interés por la sexualidad y sus implicaciones, o personas hipersexuales que desarrollen el tema como un interés restringido u obsesivo.
El despertar de la sexualidad.
Aunque no existe un momento concreto en el que se produce, sí que se podría decir que está relacionado con el inicio de la adolescencia. Unas personas pueden ser más precoces y otras más tardías, pero todos los niños/as se convierten en adolescentes y es en ese momento en el que se dan los primeros pasos hacia el despertar de la sexualidad y la afectividad con iguales. Es un proceso natural relacionado con el desarrollo evolutivo y es importante tener en cuenta la influencia de los factores biológicos, psicológicos y emocionales implicados en el proceso de cambio.
Las familias son un aspecto diferencial en el desarrollo de la afectividad y la sexualidad de las personas dentro del espectro debido a las dificultades que estas personas presentan en las relaciones sociales y la comunicación. Es habitual en las personas neurotípicas adquirir conocimientos de la sexualidad y afectividad en las relaciones con sus iguales (el modo más habitual). Para las personas con TEA, en ocasiones, sus relaciones personales se limitan al entorno familiar y a los profesionales que trabajen con ellos/as, por tanto, es importante que seamos conscientes y capaces de darles una educación completa y adaptada a sus necesidades de compresión.
No deis por sentado que la afectividad y la sexualidad ya se trabaja en el cole o ya la aprenderán de los amigos/as, esto no es así. Hay referentes inadecuados (internet, películas, pornografía, etc.) que pueden llevar a un mal aprendizaje del autoconocimiento y de las relaciones sanas, así que tanto las familias como los/as profesionales tenemos que echarles una mano para que adquieran los conocimientos y habilidades para un desarrollo afectivo y sexual adecuado.
Si quieres ampliar información y formarte en este aspecto de la sexualidad y afectividad en personas con TEA, te invitamos a participar en esta formación en el aula virtual de la Escuela de Familias AOPA.