Qué es el Trastorno del Especto del Autismo (TEA)
El Trastorno del espectro del autismo (TEA) es un trastorno del neurodesarrollo que afecta a diferentes áreas de una persona a lo largo de toda su vida.
Aunque el grado de afectación de cada área y en cada persona es diverso (de ahí que se hable de un espectro), en mayor o menor medida podemos afirmar que todas presentarán, dificultades en cuanto al desarrollo de la comunicación y el lenguaje y las habilidades sociales, mostrarán intereses restringidos, comportamientos estereotipados (repetitivos) y cierta inflexibilidad y rigidez mental. También se toman en consideración ciertas restricciones sensoriales que pueden darse en intensidad variable.
Es importante tener en cuenta que las personas con TEA pueden tener asociadas otras condiciones que harán que la manifestación sea muy diversa y personal. Actualmente podemos afirmar que hasta un 50% de las personas con TEA presentan discapacidad intelectual asociada. En algunos casos el TEA también puede aparecer asociado a otros cuadros como, por ejemplo, el Síndrome de Down, Síndrome de West o Síndrome de Angelman.
Prevalencia:
Según datos epidemiológicos, el Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) aparece en 1 de cada 100 niños y niñas en la etapa educativa. Se estima que en España existen más de 450.000 personas afectadas. Además, los datos establecen que el trastorno se presenta en 3 varones por cada mujer aunque esto es algo que, actualmente, está en discusión debido a un posible infradiagnóstico del trastorno en mujeres.
Causa del Trastorno del Espectro del Autismo:
No existe en la actualidad una causa única definida para la aparición del TEA. Sin embargo, las investigaciones establecen que la causa es de origen multifactorial. En ningún caso existe relación entre la aparición del trastorno y el modelo educativo de las familias ni tiene relación con factores socioculturales ni socioeconómicos. La causa es biológica y causal con una evidente influencia genética. También pueden existir factores ambientales que influyan en la aparición del TEA, aunque aún no se han determinado claramente.
Como se ha dicho anteriormente, el TEA es un trastorno que se mantiene a lo largo de la vida de la persona. Sin embargo, la detección precoz, la atención temprana especializada y los apoyos necesarios en cada caso serán fundamentales para el desarrollo de la persona y para su calidad de vida.