«El juego creativo es una actividad central en las vidas de los niños. El juego también puede ayudar con diferentes aspectos o retos que pueden tener algunos niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y, además, es divertido. Los juegos pueden ser una gran herramienta para fomentar la implicación, la interacción social y el desarrollo de habilidades en los niños autistas. Como decía Diane Ackerman «jugar es la forma de aprender que más le gusta a nuestro cerebro»». Os dejamos este interesante artículo de J.R. Alonso: