FOMENTAR LA AUTONOMÍA PERSONAL EN TEA. Edades tempranas
Como todos/as sabemos, es importante fomentar la autonomía personal desde edades tempranas porque juega un papel fundamental en el desarrollo evolutivo, en vistas a la vida adulta independiente. Teniendo en cuenta la edad de cada niño/a y el nivel evolutivo, son capaces de realizar por sí mismos aquellas tareas y actividades de la vida cotidiana si les enseñamos, les damos los apoyos necesarios y les dejamos que trabajen su propia autonomía.
A este respecto, son imprescindibles dos reflexiones previas:
- Ser realistas con las actividades en autonomía que se van a trabajar. Por ejemplo, si el niños/a todavía no come solo, sería poco lógico darle los cubiertos para que lo haga, se asee solo o haga sus primeras compras de proximidad. Hay que reflexionar sobre qué tareas puede ya asimilar solo/a y cuáles no y cómo lo vamos a hacer para enseñarle.
- En este sentido, también es bueno pararse a pensar qué tareas o actividades están haciendo los padres, madres o cuidadores/as que podrían estar haciendo ya los niños/as por sí mismos: recoger los juguetes, comer, cepillarse los dientes, lavarse las manos, etc., y proponerlas de una en una, no todas de golpe.
La autonomía en edades tempranas permite llevar a cabo rutinas diarias de la forma más independiente posible y, además, facilita que el niño/a se desarrolle personal y socialmente de forma adecuada. Como norma general, enseñaremos todas aquellas tareas y actividades que el niño/a pueda hacer solo/a según su edad y desarrollo evolutivo, siempre que no entrañe un peligro, que sean útiles y adecuadas y que tengan que ver con las áreas de aseo personal, vestido, alimentación, vida en el hogar y relaciones sociales.
1. Partiremos siempre de las características de niño/a (destrezas motoras, capacidades cognitivas, comprensión del lenguaje);
2. Plantear la tarea en autonomía personal explicándola en pasos sencillos, con ayudas visuales si son necesarias;
3. Tener en cuenta la perseverancia en el aprendizaje: crear un hábito requiere de 20-30 días de entrenamiento diario.
Hay que tener en cuenta que, en la familia, tenemos que ir todos a la una: no vale decir “con mamá hace la tarea, pero con papá o con la abuela no”. Si se ha decido que el niño/a puede lavarse las manos solo/a, todos los adultos que participan en la crianza tienen que trabajar en equipo para que el aprendizaje sea constante y global.
La presencia del TEA no debe retrasar la enseñanza de las habilidades básicas de la vida diaria, pero éstas han de estar adaptadas a:
- Las características del niño/a;
- La edad cronológica-mental;
- El nivel de desarrollo.
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